La presencia online y el uso de las redes sociales se han convertido en aliados imprescindibles para todo tipo de negocios, incluidos los del sector inmobiliario. Pero, ¿qué redes sociales son las más adecuadas para una agencia inmobiliaria? ¿Qué tipos de contenidos deben compartirse? ¿Quién debe encargarse de gestionar las cuentas en Facebook, Twitter, LinkedIn, Instagram o YouTube? ¿Y cómo se debe interaccionar con otros usuarios a través de estas plataformas?
La presencia en las redes sociales sirve, sobre todo, para lograr visibilidad y generar confianza. Vender en redes sociales es muy difícil, lo que se puede conseguir es ser visible, competir por una cuota de atención en el mercado, teniendo en cuenta que esta es cada vez menor, porque hay mucha competencia y una multiplicación de los contenidos que llegan a los usuarios.
Elegir la mejor red social para una agencia inmobiliaria dependerá, sobre todo, de sus objetivos y del público al que quiera llegar. Debemos tener claro que los recursos son limitados: no puedes estar en todas y hacerlo bien, deben elegirse las principales o las que apunten directamente al objetivo marcado.
Entre los posibles objetivos de la presencia en redes sociales de una agencia inmobiliaria destacan los siguientes:
Cada red social tiene un tipo de público diferente, unas necesidades de contenido distintas y una inmediatez específica. No es comparable la recurrencia que tiene Facebook o Twitter con la cantidad de veces que se usa LinkedIn o las que se mira Instagram. Todos estos factores, junto con los objetivos marcados, determinarán qué red social debe usarse en cada caso.
Por lo que respecta al mercado inmobiliario, la red social en la que se debe estar de manera imprescindible es LinkedIn. Esto permitirá generar una red de contactos y relacionarse con otros profesionales del mismo sector. La segunda red social, en términos de prioridad para una agencia inmobiliaria, sería Facebook, donde están todas las personas y la gran mayoría de las marcas; casi hay que estar porque están todos. Pero, además, hay que estar presente con contenidos específicos respecto al objetivo marcado.
Twitter ya funciona prácticamente como un medio de comunicación, por lo que lo más importante es compartir contenidos de utilidad. Si no se tiene mucho contenido propio o no se puede dedicar mucho tiempo a las redes sociales, Twitter pasaría a estar en segundo plano, no sería tan necesario. Del mismo modo, para tener presencia en YouTube es requisito básico ofrecer contenido de vídeo original: si no se es capaz de generar contenidos audiovisuales de manera frecuente, es mejor no tener cuenta en YouTube.
Por lo que se refiere a Instagram, ofrece la posibilidad de mostrar una cara diferente de la agencia inmobiliaria, pero es difícil hacer negocio a través de Instagram; aunque esta red social está evolucionando para facilitar el contacto con las empresas que la utilizan, es aún más complicado que con las demás.
La mayoría de las veces vemos que la presencia de las agencias inmobiliarias en redes sociales se limita a publicar su propia oferta inmobiliaria: sus inmuebles a la venta, su obra nueva, etc. Y simplemente indican los metros cuadrados, la ubicación y el precio. A menos que se trate de ofertas muy interesantes, este tipo de contenidos no tienen mayor efectividad. Para ser visibles, para estar en la mente de los posibles clientes, es preciso ofrecer contenidos que sean a la vez interesantes e innovadores.
“En las redes sociales hay una premisa básica: primero hay que interesarse y luego interesar. Es decir, primero hay que ver qué dicen el resto de usuarios y compartir lo que han publicado otros y nos resulta interesante. De ese modo estaremos ofreciendo contenidos que pueda ser útiles a nuestros seguidores. Las redes sociales se basan en compartir, en transmitir, y no seremos capaces de que alguien comparta nuestros contenidos si no lo hacemos nosotros primero. Es un win-win para todos.
Este ejercicio de generosidad, sin embargo, tiene ciertos límites y hay que prestar atención a qué contenidos se comparten: no hay que compartirlo todo y, sobre todo, hay que evitar compartir los contenidos propios de la competencia directa. Pero sí se pueden encontrar contenidos de calidad e interesantes para nuestros seguidores, como los que publican los influencers del sector. Por una parte podemos hacernos eco de sus contenidos, compartirlos en nuestras redes. Y, por otra, podemos fijarnos en cuáles son sus fuentes de información para, en el futuro, ser nosotros los primeros en difundir nuevos contenidos interesantes y convertirnos en referencia.
Las redes sociales son cada vez más fragmentarias y, por tanto, cada vez cuesta más llegar al público que interesa. Además, no debemos olvidar que Facebook, Twitter y el resto de redes sociales son negocios y cada vez más están potenciando sus herramientas de visibilidad: es decir, hay que pagar para ser visibles, para llegar a más usuarios. Como consecuencia, se vuelve necesario aumentar la inversión para conseguir una buena presencia en las redes.