BBVA Research prevé que la inversión en vivienda crezca un 5,5% este año y un 5,6% en 2020, tras cerrar el año pasado con un crecimiento del 6,2%, al tiempo en construcción estima un avance del 4,9% y del 4,7%, respectivamente.
Así figura en el informe ‘Situación España’ elaborado por el servicio de estudios de la entidad, que señala que la inversión en vivienda volverá a ser una de las partidas más dinámicas de la demanda durante el bienio actual.
El informe señala que se espera que la capacidad de la economía de seguir creando empleo y la persistencia de un escenario de tipos de interés bajos sigan favoreciendo el crecimiento de la demanda residencial, si bien a tasas algo más moderadas que las observadas entre 2014 y 2017, cuando la venta de viviendas creció a un promedio anual en torno al 15%.
En cualquier caso, apunta que tras varios años de escasa iniciación de viviendas, el exceso de inventario se ha reducido significativamente, lo que supone un incentivo a la construcción de nuevas viviendas adaptadas a las necesidades y requerimientos actuales.
En este sentido espera que la actividad constructora prosiga su evolución «favorable», aunque matiza que la incertidumbre respecto a la política económica en general y en torno a la política de vivienda en particular, podrían condicionar la puesta en marcha de nuevos proyectos.
En cuanto a la demanda pública, augura que volverá a contribuir positivamente al crecimiento de la actividad, reforzada en parte por las medidas expansivas aprobadas recientemente por el Gobierno central y por el ciclo electoral.
En todo caso, la incertidumbre política y las dificultades para sacar adelante los Presupuestos «condicionarán la evolución del gasto», matiza. Aun así, espera una aceleración del consumo final de las administraciones públicas hasta el 2,4% en 2019, mientras que, en un escenario sin cambios en la política fiscal, se moderaría hasta el 1,7%.
Por su parte, en un escenario de prórroga presupuestaria, prevé una suave moderación de la inversión pública, lo que llevaría a que la inversión en otras construcciones crezca a un ritmo promedio del 4% en términos reales durante el bienio 2019-2020.