Las operaciones de compraventa realizadas por las agencias inmobiliarias se han reducido un 12% en el segundo trimestre del año, según se desprende de los datos del Balance Trimestral de Operaciones de Compraventa realizado por la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI).
Para FAI, esta ralentización se debe a la subida ininterrumpida de los precios de vivienda registrada desde 2015, a los nuevos criterios de evaluación del riesgo de los deudores, al aumento del precio de las hipotecas tras la entrada en vigor de la nueva ley de crédito hipotecaria y a la inestabilidad provocada por un prolongado ciclo electoral.
Ante esta situación, FAI cree que el mercado inmobiliario presenta «síntomas de agotamiento» y que «hay un cambio de ciclo que hace necesaria la adopción de medidas urgentes».
En esta línea, también ha insistido en la necesidad de desbloquear la actual situación política para abordar con consenso las medidas estructurales que la economía necesita y que doten de estabilidad al mercado. FAI también ve necesario un Pacto de Estado de Vivienda «para proteger a un sector del que depende el bienestar social y económico de muchas familias».