Los agentes inmobiliarios prevén un crecimiento del 6,4% de su actividad económica durante 2019 respecto al año anterior, según los resultados del primer ‘Estudio Perspectivas y Retos del Sector de las Agencias Inmobiliarias’ realizado por la Federación Nacional de Agencias Inmobiliarias (FAI).
El estudio refleja que el 59,75% de los agentes inmobiliarios encuestados prevé que la evolución del volumen de negocio será positiva, el 22,14% opina que se mantendrá estable y el 18,13% cree que será negativa. La respuesta más frecuente en este apartado es la estimación de un aumento de entre un 10% y un 20% para el 26,9% de los encuestados.
En relación a la situación actual de las agencias inmobiliarias, los encuestados la valoran de forma ligeramente positiva, con una puntuación de 3,36 en una escala de 1 a 5. En este caso, el 39,57% la considera positiva o muy positiva, el 52,76% la considera estable, y solo un 7,67% la considera negativa o muy negativa.
En referencia al futuro de las agencias inmobiliarias, los empresarios y profesionales del sector lo perciben con incertidumbre teniendo en cuenta que la respuesta media que recibe la pregunta es de un 3,1 en una escala de 1 a 5. En cambio, para el 56,67% de los encuestados el futuro será ambiguo (ni bueno ni malo); para el 26,91%, será bueno o muy bueno; y para el 16,42%, será malo o muy malo.
El estudio realizado por FAI también analiza las prioridades para el sector. Los datos de la encuesta revelan que pasan, en primer lugar, y por este orden, por una mayor visibilidad y prestigio de la figura del agente inmobiliario, influir en las administraciones públicas para una regulación técnica y eficaz del mercado, por la necesidad de promover los registros de agentes inmobiliarios en las comunidades autónomas y por transmitir una imagen del sector de compromiso social.
En el ranking sobre los principales retos a los que debe hacer frente el sector, la dignificación de la imagen del sector se sitúa en primer lugar, según los agentes inmobiliarios encuestados. Le siguen la necesaria unión del sector, la falta de cualificación personal, la necesidad de adaptarse a las nuevas tendencias de consumo y del cliente y la irrupción de las ‘proptechs’ (compañías inmobiliarias digitales).
Para la presidenta de FAI, Nora García, la previsión de crecimiento de un 6,4% es positiva, pero se produce en un contexto de «preocupación» en el sector, por la incertidumbre existente como consecuencia de la «inestabilidad» en el mercado inmobiliario asociada, en parte, a la deficiente regulación del propio mercado.
Dos de los ejemplos más recientes, según la presidenta de FAI, son el «improvisado» recién aprobado decreto del alquiler, que pone «en peligro» la estabilidad de los precios y puede dejar fuera del mercado a los arrendatarios más vulnerables, provocando el efecto contrario a lo que se pretendía con su entrada en vigor; o la nueva ley hipotecaria, que supondrá un «frenazo» en la concesión de los préstamos para la compra de un piso o una casa.
Por otro lado, y según las conclusiones del informe respecto a los principales retos a los que debe hacer frente el sector, la presidenta de la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias asegura que la dignificación de la imagen del sector inmobiliario, «fuertemente dañada» durante la crisis económica, pasa, principalmente, por impulsar las buenas prácticas profesionales y contar con un código ético, en la línea del establecido por FAI, como garantía de compromiso social.
El informe ha sido realizado a través de una encuesta en la que han participado un total de 420 profesionales del sector de las agencias inmobiliarias de 15 comunidades autónomas, desde el 26 de marzo al 31 de mayo del presente ejercicio.