El próximo mes de agosto entra en vigor en Catalunya que pasa del 8 % al 10 %. Con este incremento, el Gobierno catalán pretende equiparar el tratamiento fiscal de las operaciones de compraventa correspondientes a viviendas de segunda mano con el de las operaciones con viviendas nuevas, tras la subida del IVA que implantó el Gobierno español para estas. En el caso de familias numerosas, jóvenes hasta 32 años, discapacitados y viviendas de protección oficial, los tipos reducidos también aumentarán del 5 % al 7 %.