¿Cómo ha reaccionado el mercado en los últimos meses? ¿Cuál es la demanda de alquiler estacional para este verano? ¿Y qué puede pasar con la compraventa en los próximos meses? De todo ello hemos hablado con Vicente Díez, vicepresidente y portavoz del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Valencia (COAPIV), que aporta varios datos interesantes.
De entrada, el mercado del alquiler ha visto crecer el stock y eso ya ha repercutido en los precios, y este verano son muchos los que prefieren un chalet en el interior que un apartamento en la playa. En compraventa aumenta la demanda de viviendas unifamiliares con jardín y piscina propia, que es el tipo de producto que va a experimentar subidas de precio.
Vicente Díez: En estos dos meses ya desde que pudimos volver a la actividad y realizar visitas inmobiliarias, al principio sobre todo notamos la demanda de la gente que ya antes estaba buscando piso, tanto para comprar como para alquilar. Fue una vorágine de trabajo bastante elevada.
Vicente Díez: Donde más cambios hemos notado en Valencia ha sido sobre todo en el mercado del alquiler. Por una parte, ha habido un aumento importante del stock porque determinados colectivos, como estudiantes o clientes extranjeros, han dejado las viviendas y, además, una parte del alquiler turístico ha pasado al alquiler tradicional. Ese aumento del stock de viviendas de alquiler ya ha provocado a corto plazo cierta moderación en los precios, que antes de la pandemia estaban alcanzando unas cifras muy altas, lejos de las de Madrid y Barcelona, pero muy elevadas para Valencia. Ahora calculamos que han bajado aproximadamente un 10%, aunque depende mucho de la zona y el tipo de vivienda.
En la compraventa hemos notado una bajada de la demanda, mientas que la oferta sigue siendo más o menos la misma. Hay que tener en cuenta que la provincia de Valencia abarca ciudad, costa e interior. Y en ciudad y costa tiene un peso importante el cliente extranjero, que ahora ha sufrido un parón. En precio aún no se ha notado mucho, aunque empezamos a ver algunos ajustes y más moderación en las viviendas que se están captando, pero creo que lo notaremos sobre todo a la vuelta de verano, en el último trimestre del año.
Vicente Díez: El cambio más importante lo hemos visto en el mercado del alquiler temporal: gente que antes se planteaba ir a un apartamento de playa en sitios como Gandía o Cullera este año ha preferido un chalet en la costa, que son muy difíciles de encontrar y con precios muy elevados, o en cualquier localidad del interior. Han primado disfrutar de una vivienda unifamiliar con su propio jardín y piscina a estar en un gran bloque de apartamentos delante del mar. Además, en vez de ir un par de semanas o un mes, la demanda ha sido para alquilar dos o tres meses, como consecuencia de que no había colegio y mucha gente puede teletrabajar desde estas viviendas estacionales. Ese tipo de producto ha volado, porque tampoco hay mucha oferta, y además muchos propietarios que otros veranos alquilaban sus chalets este año han decidido ocuparlos ellos.
También ha aumentado el interés por la compra de este tipo de vivienda: unifamiliares y preferiblemente con piscina propia, más que adosados con piscina compartida. Lo que había en oferta se ha vendido bien y lo que entra ahora sí que va a ver un aumento de precios. Es consecuencia básica de la oferta y la demanda.
Por el contrario, los apartamentos de playa, sobre todo los de grandes bloques, va a ser difícil que tengan la demanda de otros años: el cliente extranjero ha desaparecido y mucho mercado nacional se ha trasladado al interior en vez de preferir la costa. Hay que añadir la dificultad que hemos tenido y que podemos volver a tener para los desplazamientos interprovinciales: hay mucha gente que prefiere no salir de su provincia o de su comunidad autónoma por lo que pueda pasar.
Vicente Díez: Sí, pero creo que eso lo veremos más a largo plazo, porque implica cambiar de colegios, etc. Notaremos un goteo por ahora, pero a largo plazo y según como se desarrolle la situación, la gente va a valorar tener una buena casa en un buen sitio aunque esté más alejado de su centro de trabajo, al que quizá solo tiene que ir un par de días a la semana.
Eso, además, repercute en el mercado de oficinas y locales comerciales, de los que va a decaer la demanda a medio o largo plazo.
Vicente Díez: En compraventa creo que veremos cierto ajuste de los precios, en la línea de los que ya hemos tenido en los alquileres. Van a ser ajustes moderados, no esperamos ajustes brutales: calculamos que en torno al 10%. Será principalmente a causa de la bajada de la demanda de clientes extranjeros, no porque se vaya a multiplicar la oferta, que es lo que podría bajar realmente los precios.
Luego habrá que ver si España es un país atractivo, por impuestos y otros factores, para que vuelvan esos clientes extranjeros y se planteen teletrabajar desde aquí. Ahora mismo es imposible hacer una previsión en ese sentido.
La crisis sí que va a afectar mucho a los locales comerciales. De hecho, algunos ya están bajando la persiana y es un mercado prácticamente irrecuperable. Ni siquiera el traspaso es una opción, porque ahora nadie va a querer abrir un bar donde ha cerrado otro, por poner un ejemplo. Lo notaremos sobre todo de cara a final de año. En locales comerciales, sobre todo en el centro de las ciudades, orientados al cliente turista y con alquileres elevados, va a haber muchos cierres y, en el mejor de los casos, negociaciones de los precios de alquiler.
En cualquier caso, esto no tiene nada que ver con la crisis de 2008. Los bancos siguen financiando y no han endurecido condiciones, y eso es positivo para el mercado inmobiliario.